FASE II. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DE LA EXPERIENCIA TECNOEDUCATIVA
La
Innovación Social no es un fin en sí mismo, sino el medio para
incrementar el bienestar, la calidad de vida, el nivel cultural o el buen
funcionamiento de los servicios públicos (Echeverría, 2008). En este sentido,
las TIC pueden entenderse como herramientas útiles para el cambio social. Negroponte
(2000), catedrático en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y
director del laboratorio de innovación y tecnología MIT, ya manifestó
hace unos años que la " tecnología unida a la ciencia produce un cambio en
la forma de vivir y de entender la realidad. En los últimos años (...) la
tecnología ha permitido la transformación de este mundo y de los propios seres
humanos"
El uso
cada vez más creciente de la tecnología y la forma de usar la información, está
cambiando la sociedad, transformándola en la sociedad de la información y del
conocimiento.
Las TIC
tienen gran relevancia en la educación y en la sociedad, puesto que no sólo se
limitan a suprimir las barreras de comunicación en cualquier lugar y momento
sino que además ofrecen la posibilidad de formación y aprendizaje dentro de un
entorno más flexible, con multitud de recursos que favorecen el aprendizaje
individual y grupal de forma colaborativa. Las mujeres víctimas de violencia de
género utilizarán las TIC como medio para impulsar la comunicación entre ellas y
reforzar su autoestima.
El impacto de las TIC en la sociedad es un tema ampliamente tratado,
sobre el que existen abundantes referencias. En el proceso de integración de la
informática e Internet en grupos sociales desfavorecidos, se han estudiado
factores que favorecen la innovación y buenas prácticas con las TIC y su relación
con las políticas sociales; el análisis de procesos de innovación y situaciones
de aprendizaje con TIC que conllevan innovación, así como su evaluación; el uso
de las TIC como medio para aumentar la motivación, así como modelos basados en
la utilización de programas colaborativos virtuales.
Para la
UNESCO (2013), las tecnologías de la información y la comunicación pueden
contribuir al acceso universal a la educación, la igualdad en la instrucción,
el ejercicio de la enseñanza, el aprendizaje de calidad y el desarrollo
profesional de los docentes, así como a la gestión dirección y administración
más eficientes del sistema educativo
Cabrero
(1998) señala que desde la década de los ochenta se comenzó a valorar el uso
pedagógico y social de las TIC, pues no solo permiten tratar la información,
sino también almacenarla y establecer nuevas formas de comunicación.
El
concepto de red social ha alcanzado una gran difusión. En el sentido más
amplio, se puede decir que una red social es una estructura social formada por
personas o entidades conectadas y unidas entre sí por algún tipo de relación o
interés común (Ponce, 2012). Las redes sociales explican el comportamiento
humano y la manera en la que se establecen las relaciones personales.
Es por
ello que nos preguntamos si las redes sociales, cumplen un mero papel de canal
de comunicación o si pueden ser utilizadas para motivar a las personas.
Como bien dice (Reig, 2012) “el problema es que en la soicedad, se sigue
asociando red social al ámbito personal, a la pérdida de tiempo, sin entender
que pueden convertirse con facilidad en redes de aprendizaje y comunicación permanente”.
La
violencia de género es un problema complejo y con múltiples causas debido
principalmente al papel subordinado de la mujer a lo largo de la historia.
Todavía hoy, la percepción social de la violencia de género indica que existe
una gran distancia entre la realidad de la misma y la percepción que la
sociedad tiene de este grave problema y su profunda transcendencia pese a la
continua presencia de noticias relacionadas con la violencia de género en los
medios de comunicación.
Debido
a la gravedad del problema, los poderes públicos han asumido la responsabilidad
de erradicarla y por este motivo desde finales del siglo XX aparece abundante
producción legal a nivel europeo, nacional y autonómico sobre medidas de
promoción de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y de prevención
de violencia que se ejerce sobre las mujeres. Las referencias más
significativas son:
-
Ley Orgánica 1/2004 de 28 de Diciembre de medidas de protección integral
contra la violencia de género que establece medidas de sensibilización,
asistencia y prevención
- Ley orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva entre hombres
y mujeres.
-
Plan estratégico para la igualdad de oportunidades 2014-2016.
-
Plan autonómico para la igualdad de oportunidades y contra la violencia de
género en Castilla y León 2013-2018.
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